“Estoy agradecido y contento de estar en Claypole”

Por @Gonza_Rossi.
Lo afirma el delantero Pablo Ocampo. Además, nos cuenta dónde empezó a jugar, cómo llegó a Temperley, y su paso por Deportivo Riestra y Liniers, entre otros temas.
“Para este semestre, antes que nada, estamos muy comprometidos con cada entrenamiento de pretemporada, con la cabeza en dejar todo, conscientes que dando 100% en cada día de esfuerzo, podamos revertir lo que hoy dice la tabla de posiciones. Queremos sacar a Claypole de esta situación, y llevarlo a lo más arriba posible. Pensando en un futuro a corto plazo, deseamos jugar el Reducido y que este equipo vuelva a valorarse, ya que es uno de los más grandes”. Se lo dijo a este medio Pablo Ocampo, delantero del Tambo.
  Por otro lado, recordó sus inicios en el fútbol: “Empecé a jugar cuando tenía cinco años, en el club de mi barrio, llamado Juventud Obrera de Turdera, en donde hice todo el baby hasta tener edad de juvenil. Paralelamente,  jugaba en cancha de once en el club Atlético Banfield, donde estuve dos años en las Infantiles, hasta que llegar a Temperley. En el Gasolero, realice todas las Divisiones Inferiores, y viví en la pensión”.
  Además, Pablo afirmó que “de chico, siempre me gusto Riquelme y el Fenómeno Ronaldo. Actualmente, los sigo admirando”.
  Sobre su llegada a Temperley, Pablo admitió: “Llegué a Temperley de la mano de un entrenador de la escuelita del mencionado Juventud Obrera, llamado Darío, que también dirigía, en ese momento, la liga del club”.
  Además, Ocampo jugó en Deportivo Riestra. “Ir a Riestra surgió por José Tirry, que aquel entonces, era el presidente de la institución, luego de que me viera en un partido amistoso, cuando me encontraba en Temperley, y tras superar una lesión, que generó que tuviera inactivo un año, y gracias a Miguel Elia, coordinador del Selectivo de Temperley”, indicó.
  También, vistió la camiseta de Liniers. “Mi paso por Liniers fue corto, lo tomo como una experiencia más. El año que la Topadora asciende, el entrenador Saitta me llamó para que sumara al equipo. Pero no pude hacerlo, ya que estaba comprometido con Lugano. Luego, estando en Lamadrid, surgió la posibilidad de ir al club de Villegas y no lo dude. Sabía que íbamos a ser muchos mayores y que había jugadores de jerarquía, lo que iba a generar que sea difícil conseguir la continuidad, mas sabiendo que era el mismo equipo que venía de disputar todo el campeonato de la Primera C. Igual, tomé la decisión de ser parte y comprometerme”, señaló.
  Por último, Pablo Ocampo comentó en relación al arribo a Claypole: “El arribo a Claypole se concretó de la mano de Héctor Baillie. Ya en otra ocasión, el Loco me había llamado cuando estaba en Riestra, y no pude venir. Gracias a algunos compañeros que, sabiendo mi situación futbolística, hicieron llegar la posibilidad de sumarme. Esta vez, se pudo dar y estoy agradecido y contento de estar acá”, sostuvo.

Foto: Thilean Fotos.

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