Para el Maestro, con cari帽o
Por
@Gonza_Rossi
Tengo que confesar que la foto que me sacaron con el Profesor, la cual se encuentra al finalizar la nota, fue de casualidad. El muchacho que, por suerte captur贸 la imagen, apunt贸 con su celular para otro
lado y justo ah铆 estaba yo. Dicho momento, se dio cuando una noche el Profesor
realiz贸 una charla en el colegio Albert Thomas, sobre t谩cticas y estrategias.
¿Algo de lo que sabe, no?
La
sala donde se llev贸 a cabo ese evento, estaba colmada. Dur贸 casi una hora. Ya a
lo 煤ltimo, lleg贸 el momento de las preguntas. Y en ese instante, pens茅:
"Es ahora o nunca. Me tengo que animar, por m铆, pero m谩s que nada, por
Abrazo de Gol". Y lo hice.

El
camino al 茅xito no es f谩cil, si no cualquiera llegar铆a. A mediados de marzo,
agarr贸 un equipo que andaba de capa ca铆da; sin rumbo en el torneo local, y a
punto de quedar eliminado de la Copa Libertadores. Pero con su filosof铆a de
c贸mo llegarle al jugador, no solo dentro de la cancha si no tambi茅n afuera y de
expresar lo que es Estudiantes De La Plata, el plantel retom贸 la confianza y
comenz贸 a escalar en la cima.
Pasaron
los d铆as y el equipo mejoraba. Tal es as铆 que clasific贸 a Octavos de Final de
la Copa. Y a partir de ah铆, no par贸 m谩s. Hasta llegar al partido decisivo. El
encuentro de ida fue un t铆pico juego copero. Aburrido por momentos, acci贸n en
otros tramos y una chance incre铆ble que pierde el Cruzeiro bajo el arco que
pudo haber cambiado la historia. Creo que ah铆 estuvo Osvaldo Zubeld铆a o Mariano
Mangano, para soplar la bocha y evitar la conquista brasilera. El juego
finaliz贸 igualado sin goles.
Se
defini贸 todo de visitante. Los hinchas del equipo azul ten铆an todo preparado
para festejar. Pero esto fue antes del partido. Como el pleito en La Plata,
hubo mucho roce y fricci贸n. Hasta que en el complemento, un carioca le peg贸 de
lejos, la pelota se desvi贸 en Desabato y venci贸 la resistencia de And煤jar.

Y
eso lleg贸, cuando no, gracias a una pelota parada. Un c贸rner excelentemente
ejecutado por el capit谩n, y apareci贸 ese nueve goleador, Mauro, para cabecear
casi en soledad y dar vuelta el marcador. Despu茅s, claro, a sufrir. Porque el
due帽o de casa intent贸 llegar a la igualdad; hubo un remate que dio en el palo,
pero la bola no entr贸. Seguro que en esa escena apareci贸 alg煤n Profesor de los
30 o un Beto de los 40/50 para desviar la trayectoria del bal贸n. Y sentenciar
lo que merec铆a ese gran Hombre y sus dirigidos: levantar la gloriosa
Libertadores.

Lleg贸
el d铆a D. Su conjunto ten铆a que ganar paro no depender de otro resultado. Y lo
hizo. ¿Fue sencillo? Je, obvio que no. Enfrente hab铆a un equipo cerrado, duro,
que parec铆a que no pod铆as romper su arco con el grito sagrado. Encima de males,
uno de los mejores futbolistas que hubo en la historia del Club se tuvo retirar
de la cancha lesionado. Todo mal! Pero ingreso a ese delantero charr煤a,
recuperado de su lesi贸n, y pudo torcer el destino, ese que dec铆a que no le daba
el merecido titulo de campe贸n al cuadro platense convirtiendo no uno, si no dos
goles. Fiesta y delirio para el querido y gran Profesor. Pasaron algunos a帽os,
y un d铆a le toco afrontar lo que en los papeles era un gran desaf铆o: asumir en
la Selecci贸n Nacional. Se present贸 al predio de la AFA junto con sus
colaboradores, y con lo aprendido de uno sus maestros, Carlos Bilardo, puso en
marcha su plan: clasificar al Mundial Brasil 2014. Y lo consigui贸 con 茅xitos.

Posteriormente, la Argentina logr贸 llegar al
partido definitorio. Fue como un juego de ajedrez, dif铆cil, muy complicado.
Adelante se encontraba Alemania. En los 90 minutos ninguno de los elencos pudo
sacarse ventajas. Hasta que floreci贸 un germano y nos sac贸 la Copa de las
manos. Esa Copa que nos pertenec铆a, que era nuestra.
Despu茅s
del Mundial, el gran Maestro en una conferencia no aguant贸 m谩s y se larg贸 a
llorar, pidiendo disculpas al pueblo argentino por no haber cumplido con lo
prometido. Lo que no sabe, o tal vez se enter贸 luego, es que hizo unir a ese
pa铆s que hac铆a tiempo que no se ilusionaba, que no so帽aba, que hac铆a a帽os que no
se sent铆a tan identificado con la Selecci贸n. El Profesor hizo esto, y mucho
m谩s. Dej贸 la vara bien alta, y los colores nacionales all谩 arriba, donde cuesta
llegar. No hay nada para reclamarle, se帽or.

Hoy
en d铆a, regres贸 a su Casa, lugar que ingres贸 en los 80, cuando ven铆a de
Inglaterra de la mano de un Doctor. Escucha y da consejos, porque sabe lo que
es Estudiantes y la Selecci贸n. Igual, este tranquilo, Profesor. Su tarea, est谩
hecha.
Agradecimientos: Cecilia Lavezzaro.
Comentarios
Publicar un comentario